Hacer cosas por que dicte el cuerpo y no el corazón trae consecuencias que involucran sentimientos, no quiero guiarme por ellos, son traicioneros y hacen lo que quieren con uno… No me arrepentiré de haberte entregado lo que tenía para ti, si de extrañarte cada noche.
Siento un vacio, pero no tenemos ninguna obligación ni pacto que nos una. Bebo de esta botella mi rencor, he hecho de mi habitación y mi mente una pequeña prisión en las que te grito a cada momento. Quiero perderme y encontrarte. Eres una espina clavada en lo más profundo de mi corazón. Eres un paso en falso, me alejas de la realidad, mi droga mi éxtasis. Mi justo castigo por cada lágrima que sembré de otros.
Mi lado oscuro es buscar todo lo que necesita una mujer en un solo beso, no querer pertenecer a nadie más que a mí misma.
Estando en otra dimensión quiero estar aquí y poder mirarte a los ojos sin tener que apagar la luz para que nuestros ojos queden ciegos a cualquier engaño solo el tacto me guía a mi sol y mi extraña alegría. El miedo de perder esta puerta al cielo me hace desvariar pero no la perderé aunque en eso me pueda llegar a perder por completo, la cordura es algo que no nos ha acompañado ya durante años, para qué preguntarle hoy.
Podemos negar con todas nuestras fuerzas las cosas sucedidas pero para las terceras personas como es de costumbre, nadie más que nosotros entendería el gusto de sentir dolor al vernos con un tercero, y desearnos de igual y mayor forma.
El tocar alguien que no seas tú, no tiene diferencia en mi mente sigo contigo. Jamás pedirle perdón a nuestros terceros, ni lloran “Los Malaventurados No Lloran”.
Aquí en mi cabeza está peor que en la realidad, no estoy estable en ninguno de mis dos mundos no dejo de pensar en ti y eso es lo que menos he querido, solo eres un espejismo de persona, desaparecerás al primer pestañeo sin huella ni interés de mi parte sé que volverás como lo hago yo también, no importa a quién beses tú me perteneces.
No soy yo la que te extraña o si? Serán mis sentidos, mi cuerpo, mis recuerdos… Tus suspiros a mi oído, tu respiración…
No hay compromisos pero quiero darte las gracias, por las lágrimas que derramo al perder el rumbo de lo nuestro y confundirme, yo no te correspondo, nos correspondemos solo en una cosa, lo último que queremos es dejarnos. Seguiremos jugando con estas armas que nos invitan a entablar esta relación sin serla, no seremos más que un recuerdo en nuestro destino pero ya hemos encontrado quien nos sabe hacer volar lo más alto que deseemos.
