Donde está nuestro centro verdadero, quiero vivir en el oasis de un ser pleno de pureza. Flor destellante ente la maleza, en cada ámbito podemos ver tu belleza. Esa melodía propia que hace destacar cada brisa envolvente. Alimentemos el sentimiento de desequilibrio emocional con el infinito temor y librémonos de aquello que nos ata a seguir el rumbo ya propuesto y aceptado.
Caminemos sobre el agua y volemos a cada paso. Atrevámonos a soñar y a respirar baso la sombra de un árbol. Suspira, ya estas lejos. No dejaré que vuelvas a descender de lo profundo de tu mar. Esta vida que no se deja de jugar con la rosa de los vientos y va desojando las direcciones que creías tan concretas.
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