Dividí, repartí, distribuí... Y ahora cómo uno todo aquello que ya ha sido depositado. Dividí mi alma en horcruxes* con cuerpos humanos. Confianza ciega, ternura ingenua, pasión por el deseo... Pero ya no puedo zurcir algo que nunca estuvo unido.
Con un afilado bisturí corté muy perfectamente mi alma y cada trozo fue moldeado para seguir una vida propia, completamente por separado, es por eso que no soy capaz de unir ya mis emociones solo en un par de pupilar... Un rostro por cada sentimiento. En qué momento comencé con esa despiadada intervención...
Atemorizada de no poder escribir libremente a una parte de mi alma, por qué no sé cómo tratarle, no sé cómo dirigir mis palabras, no sé cómo decirle muchas cosas de las cuales solía hablar fluidamente con una sección diferente, aunque fluidas las palabras, oraciones y párrafos, no puedo expresarle el calor abrazador que si puedo con mi fiel horcruxe, el primero que se desprendió de mi, para nunca separarse.
Horcruxes... Palabra y significados ficticios... Pero el alma si puede prenderse de algo... O alguien.
